TANAINA

martes, 1 de septiembre de 2009

Oraciones

 Oración para semana Santa. Señor Jesús en esta Semana Santa queremos honrar tu muerte y renovarte nuestra Fe y dedicación. Jesús crucificado y humillado, perdona nuestros pecados y ofensas, mantente presente en nuestras vidas y que tu sangre y padecimiento en la cruz, no sean sufrimiento y agonía en vano. Que nada ni nadie nos aparte de tu divina presencia. Mantente firme y poderoso en nuestro corazón. Tú representas lo más importante y sincero en nuestras vidas, eres nuestro padre, nuestro espíritu eterno y luz celestial, concédenos tu indulgencia y benevolencia aquí en la tierra. La Semana Santa en nuestras vidas representa renovación espiritual y regocijo para nuestra alma. No permitas jamás que te traicionemos o que abandonemos tus consejos y mandamientos. Con esperanza y felicidad te seguimos ilusionados, Te necesitamos vivo en nuestro cuerpo y alma. 
En esta semana Santa te alabamos y nos consagramos con absoluta Fe y confianza en la vida eterna en tu compañía. AMEN Oración a la Santísima Virgen María Madre de Jesús, resguardo de mis penas, consoladora de mis angustias. Virgen buena y paciente que tu infinita misericordia e intercesión ante tu hijo se manifiesten en mi vida hoy y siempre. Generosa, magnánima y diáfana madre de mi corazón, regálame un poco de la entereza y mesura que demostraste aquella tarde oscura y tenebrosa mientras contemplabas impotente a tu hijo agónico y humillado muriendo en la cruz. Madre Santa y pura, que tu paciencia y abnegación desmedida sean ejemplo para mí, especialmente en los momentos de confusión e impaciencia. Que tu grandeza espiritual acrecienten en mi la sabiduría y moderación que necesito para transitar con seguridad el camino de la vida. María Madre de Jesús que cada una de tus lágrimas y suspiros de dolor sean el bálsamo espiritual que necesito cuando me siento solo y abatido. Dame valor, no me abandones Madrecita Santa y vigorosa. Plegaria de una Madre por la muerte de un Hijo Con el más hondo dolor y sufrimiento te suplico Oh! padre Santo, que te apoderes de este terrible e insoportable martirio. Tu que sabes de mi agonía, que la sientes tanto como yo, necesito que te apropies de mi alma y mi nostalgia. No aguanto tanta tristeza, no soy tan fuerte como tu. Ayúdame Señor, y aparta de mí este desconsuelo. Solamente tu puedes ahora cobíjarme con tu hálito de ternura y comprensión. Te necesito padre amado, apiádate de mí, necesito tu milagro, aleja este dolor que me sofoca el alma, que me hace morir a mí también. Perdona mi flaqueza, mi falta de sosiego, pero sabes que la vida me arrebato un hijo adorado, se llevo para siempre el eje de mi corazón. Te necesito Padre amado, dime por favor, como puedo vivir ahora que mi hijo se ha ido eternamente? Oración celestial de un hijo por sus padres. Al creador pido con infinita fe y devoción que proteja de todo acecho, mal, peligro y enfermedad a lo que tanto amo en la vida como son mis padres. Te pido Padre creador que cada instante mientras vivan en esta tierra gocen del privilegio protector de tu magnanimidad y que jamás sean castigados por la crueldad humana que espía nuestro andar. Adorado espíritu del bien y bondad, dales a mis padres el valor y la fortaleza para soportar el dolor y la tristeza que en momentos nos sorprende en esta vida terrena; mientras nos deleitamos de dicha en la eternidad. Virgen poderosa y generosa no separes tus manos benditas y justas de la existencia de mis progenitores y concédeles la alegría de conocer una vida mejor entre tanta desventura. Dad a mis padres la satisfacción y bendición de haber hecho lo mejor aunque como humanos se hayan equivocado buscando mi bien y felicidad. Padre celestial misericordioso y omnipotente ayuda a mi madre y a mi padre a amar en su vejez cada recuerdo y acontecimiento triste o dichoso que han compartido. Amen.