TANAINA

sábado, 4 de julio de 2015

Mi cariño por la Unión Deportiva de las Palmas



 Me crié viendo fútbol con primos y amigos en la época en que una gran mayoría de jugadores y entrenadores de fútbol practicaban en canchas de colegio o en parques porque no todos tenían el privilegio de contar con su propio estadio. A temprana edad, aprendí a gritar “golazo, gol, gol hijuep” y me convertí  en una de las pocas niñas que iba al estadio y opinaba de técnica deportiva o de buenos y malos arbitrajes. Hace más de cuarenta años, no era usual que las mujeres fueran a los estadios a ver un espectáculo de hombres principalmente y, mucho menos de noche, lloviendo y entre tumultos de varones que se orinaban desde las gradas o hablaban a los madrazos

Mi simpatía por el fútbol me ha llevado a conocer gente de diversos lugares del mundo, además de jugadores, seguidores y personas relacionadas a éste deporte. Ahora, la vida me puso en el camino a los dirigentes de un club que desde hace más de un año llevo en el alma: la Unión Deportiva de las Palmas, un equipo de fútbol que tiene la garra de un felino y la valentía de una madre. Lo he ido promoviendo entre familiares y amigos y ya cuenta con seguidores en Estados Unidos, México, Canadá y en Sur América. La mayoría de mi familia y mis amigos, sigue los encuentros y transitan los caminos que la Unión Deportiva de las Palmas ha recorrido para llegar donde está: en la primera división de la liga española, ¡la primera liga del mundo, pío pío!

 “Somos de Primera”


Ni siquiera con lo sucedido ante Córdoba el año pasado, dudé por un instante que la Unión Deportiva de las Palmas conseguiría su propósito: estar en Primera  División. Las Palmas es un equipo persistente que tiene seguridad y personalidad porque su fortaleza se nutre desde su cantera amarilla dirigida magistralmente por Manuel Rodríguez, “Tonono”. La UD de las Palmas será uno de los conjuntos de primera división de la liga española que estará en las primeras planas de los diarios porque su juego incansable es motivado por una afición, que nunca lo ha abandonado. Las palmas juegan con el alma adherida a las zapatillas y disfruta cada gota de sudor que riega para regalar alegría a los cientos de hinchas que sentimos con pasión sus triunfos y con dolor sus derrotas. Yo no he estado aún en el estadio de Gran Canaria pero desde Estados Unidos he gritado con alegría, el valioso gol en medio del charco de Sergio Araujo ante el Valladolid y el importante gol ante Zaragoza, he compartido la dicha de los aficionados amarillos al remontar el marcador adverso ante Zaragoza. Conseguir el ascenso a la Primera División después de 13 años, se debe además al esfuerzo, dedicación y motivación de su presidente Miguel Ángel Ramírez que de tanto soñar, creyó en lo imposible, y ahora el club está listo para comenzar a luchar en Primera División. 


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