TANAINA

domingo, 25 de mayo de 2014

¿Sabes cómo ser una persona feliz?


Hace varios años descubrí que la felicidad está relacionada con el optimismo y con la capacidad individual de escoger estímulos adecuados para generar pensamientos positivos. Un pensamiento positivo es por ejemplo “quiero hacerlo”, “puedo hacerlo” “sé que podré”.  Pero como en la vida hay que lidiar con negativos y positivos es vital abrir los ojos y en una situación adversa saber a conciencia identificar si estás o no haciendo bien las cosas. Por ejemplo: cuando te enfermas o confías en personas equivocadas, o cuando inviertes el tiempo en tareas improductivas; es decir que no te proporcionan ningún provecho ni espiritual ni económico, es indispensable ser honestos consigo mismos y aceptar tus equivocaciones sin resentirte. Necesitas darte cuenta que para remover los obstáculos debes reorganizarte y adoptar otra forma de actuar. Es importante minimizar el impacto de los acontecimientos negativos en tu vida y acostumbrarte a utilizar los recursos que tienes para generar mecanismos y pensamientos positivos. Hacerlo es una destreza que vas mejorando con la práctica y poco a poco se incorpora en la conducta para convertirse en una herramienta preventiva y eficaz que te ayude a vivir satisfactoriamente. No se trata de engañar nuestra realidad y cerrarse a aceptar lo virulento que nos rodea o nos afecta. Para ser una persona feliz debes prepararte internamente y conocerte a ti mismo. Saber si posees las cualidades de una persona feliz o por el contrario está cultivando miedos y decepciones. 

El sentido de la vida


Homenaje a Carolina

Cuando las personas se mueren quedan los recuerdos de lo que vivió, de lo que quizá, legó y, recordamos lo que hizo en el tiempo que estuvo presente. Pero, cuando el que muere es un ser querido como el padre, la madre, un hermano o hermana, un hijo o el esposo; los recuerdos son un tesoro incomparable y los perpetuamos en el alma.

Esas remembranzas del ser querido que muere, forman parte de nuestras vidas y se convierten en un referente a la hora de desafiar el día a día. Es también, cuando evaluamos el sentido de la vida, es cuando aprendemos que la vida es una oportunidad para luchar, para ir creando caminos y disfrutar de la compañía de los seres que amamos. Aprender a compartir los instantes es fundamental porque no sabemos cuanto tiempo estaremos con nuestros seres queridos.

Cuando alguien muere nos preguntamos también, por lo que dejó de hacer, lo que quería hacer y no alcanzó porque se fue antes de tiempo. Nos acordamos sobre todo de lo que significaba en nuestra vida y de lo mucho que añoramos su compañía. Hoy, recuerdo a un ser que vino a este mundo y duró muy poco, pero… se quedó eternamente en mi corazón.  

Era alegre, seria, perspicaz, curiosa, dulce y generalmente amorosa. Tenía su genio y parecía que iba a ser una persona de enérgica personalidad. Se llamaba Carolina y murió de repente a causa de un aneurisma cerebral. La forma en que murió y las circunstancias que rodearon su deceso se parecen al guión de una película con un final triste e inesperado. Ya han pasado muchos años, pero cada 19 al 23 de mayo, vuelve a mi memoria las horas de agonía que vivimos y el dolor que produjo perder nada menos que a la hermanita menor.  Carolina, nunca te olvidaré, te recordaré con amor. 

viernes, 2 de mayo de 2014

Bolita de cristal ¿qué pasará en mi vida?

Bolita de cristal ¿qué pasará en mi vida?


Hay personas que acuden a la lectura de cartas, al horóscopo, las bolas de cristal, incluso a brujos y hasta se obsesionan por saber qué les depara el futuro a través del humo del cigarrillo. Cualquier recurso es válido con tal de saber el porvenir. Mi bolita de cristal la tengo en mi mente. Está en la luz que me enfoca cuando quiero ver lo que debo hacer. Recurro a la intuición a lo que he aprendido y sobre todo a las experiencias que me han mostrado facetas de la vida que no me esperaba. La mejor manera de saber que nos sucederá en unos años, es aprendiendo del presente y confeccionando el futuro. Se hace viviendo el día a día como si fuera nuestro último momento en la vida. Suena perfecto y a veces es casi imposible lograrlo. Pero, se puede conseguir con metodología y decisión. Sin terquedad y aceptando que hay caminos que es mejor no transitar porque no nos conducen a algo bueno. Pero, nos equivocamos y, somos obstinados. Insistimos en proyectos o amistades que nos hacen perder tiempo y energía. Otros y otras insisten en relaciones que pueden llevarlos a la perdición. Naufragan en el amor en los negocios e incorporan frustración. Pero, podemos equivocarnos sin fracasar. Se fracasa cuando dejamos de crecer y de aprender. Una buena manera de sanarnos y seguir es cuando nos metemos en la cabeza que hoy puede ser nuestro último momento. Es un pensamiento mágico porque nuestra energía cambia y comienza a brillar la bolita de cristal que llevamos dentro. El ejercicio diario es enfocarnos en las cosas que tenemos y no en lo que supuestamente nos falta. La regla que hay que seguir es valorar lo que hacemos y alejarnos de quienes roban energía y envidian lo poco o mucho que tenemos. A veces lo que nos sucede nos duele pero aunque duela, hay que tener claro que sufrir es una opción. Y si sufrir es opcional podemos no escogerla. Así, comenzamos a crecer e incorporar enseñanzas que jamás nos abandonan porque van formando parte de nuestro temperamento. Mi mejor amigo me ha dicho siempre que en la vida debemos tener bien claro que no somos inmortales, que no hay futuro sino presente, que no me preocupe por las cosas que no tienen solución y que proteja mi tranquilidad espiritual que vale mas que el dinero. Ahora, ya sabemos qué va a pasar en nuestras vidas. 

miércoles, 23 de abril de 2014

Lo que he aprendido de la vida

He aprendido cosas tal vez muchas pero todavía no las suficientes como para sentirme experta.  A estas alturas ya se que los problemas grandes se forman de las dificultades pequeñas al no haberles puesto corrección a tiempo. Ya sé que los enemigos provienen de aquellos que juraron ser tus amigos por encima de todo. No tengo duda que obtener un titulo no es la meta soñada en la vida y que ser madre no es la realización de una mujer. Ser madre es una responsabilidad a veces bella otras veces preocupante. Es inigualable pero creo que las mujeres pueden realizarse como seres humanos sin pasar por la sala de partos.  Ya se que en un instante podemos dar un punto de giro a nuestra vida y por eso es mejor siempre tener los pies sobre la tierra y actuar después de haber pensado. Ahora reconozco que a veces he elogiado a quien se lo creyó y se elevó tanto que ya perdió esa cualidad que me hizo elogiarle. A estas alturas no tengo la menor duda que no me gusta recibir flores, prefiero chocolates o un buen postre. Nunca me han gustado elogios acompañados de flores y mucho menos perdones o disculpas de amigos o amigas con rosas. He aprendido que a pesar de las equivocaciones y las decepciones que me han dado algunas personas sigo siendo una mujer fuerte y llena de alegría. Recurrir a los adagios populares a los refranes de los abuelos es un arma segura. Ahora se que lo que me incomoda y lo que me ha hecho daño queda en el pasado porque aprendí a vivir la vida momento a momento.  No tengo planes importantes porque toda mi vida es un plan importante. No quiero metas altas ni proyectos millonarios para que las personas me adulen y reconozcan cualidades que jamás me vieron. No quiero volverme famosa para sentirme grande, quiero seguir viviendo libre para disfrutar otro momento más y llegar a vieja escribiendo cosas que penetren al alma de quienes sienten la vida como yo. 

domingo, 20 de abril de 2014

Una Traición

Me encontré con una amiga y me pidió el favor que contara lo que le dije para intentar “sacarla del infierno”. Mi amiga tuvo una relación de casi dos años con un hombre que “daba la vida por ella”. Se iban a casar y habían planeado una vida de fantasía para los dos.  Cuando mi amiga, me presentó a su príncipe azul, yo no tuve la mejor impresión y le creí al corrientazo que me llegó desde el fondo del corazón. Tengo como costumbre creer lo que me dicta el corazón. Esa intuición que llega como una ráfaga y nunca falla. El tipo no me gustó. Le vi la falsedad en su mirada y al darle la mano lo corroboré con su energía nublada. Pero ella estaba feliz de vivir el amor a plenitud.  Ayer me llamó llorando y hoy le vi las lágrimas correr por sus mejillas. Ella recordó mis palabras de hace unos meses: ¡no es sincero, no le creo, pero…puedo estar equivocada! El hombre que le quitaba el sueño, el hombre que se convirtió en su vida, traicionó a mi amiga con una desconocida para ella. Lo descubrió a través de un mensajito de texto, de esos que al verlos destruyen sueños y acaban con la autoestima y con la esperanza de una mujer que ha cifrado su futuro en una relación. “¿No puedes hablar? ¿Con quien estás? ¿O acaso me engañas? Las traicionaba a las dos.  Mi amiga llamó a la otra y descubrió que el hombre de su vida tenía más vidas que un gato! Yo le dije: Aprende la lección, no es un error, es una lección dolorosa de vida. El propósito de tu vida no debió ser tu novio, las mujeres debemos tener un plan de vida ese es el verdadero propósito en la vida. Ese proyecto de vida lo elaboras tú sola, contigo misma. Con coraje y decisión. Le hablé de Cristina de Pisan en el siglo XV, primera mujer escritora profesional, que inventó “la ciudad de las damas”, le hablé de Simone de Beauvoir y su mujer rota, le hablé hasta de María Félix  que aseguraba que a un hombre se le llora un par de días y al tercer día se usan tacones y ropa nueva. Y le hablé de lo que pienso: si un hombre quiere compartir contigo debe saber que eres una mujer con una fuerza de voluntad inquebrantable y autodisciplinada que sabe lo que quiere y lucha por ello. Una mujer que no sufre del virus de oído porque no la pueden convencer con palabras sino con hechos. Le pedí que no llorara porque un ser que miente no vale la pena y le hice entender que tuvo suerte al descubrir a tiempo la traición. 

jueves, 17 de abril de 2014

Inolvidable

Mi papá le colgó el teléfono a Gabriel García.


Los que sentimos la muerte de Gabo, lo recordamos especialmente por su obra, por su legado y por la inmensa capacidad que poseía para influir con su pensamiento. Algunos lo conocieron en persona y fueron sus amigos. Otros tropezaron con él y recuerdan anécdotas del momento. En mi caso coincidimos porque algunos de mis libros los publicaba una editorial que le publicó por algún tiempo los libros al Nobel de literatura Gabriel García. Me recomendaron escribirle una carta para responder un elogio que hizo de mi trabajo y yo muy emocionada le escribí. Pasaron los meses y nunca recibí una respuesta escrita, pero cierto día mi papá respondió una llamada telefónica de alguien llamado Gabriel García.
-¡Hija te llamó un hombre de voz misteriosa, un señor llamado Gabriel García!
-¿Que dijo?-
-¡Que vuelve a llamar. ¡Dígale a Soledad que sentí el olor de la alcantarilla, que después hablamos!-
-¿Y no me dejó un número de teléfono?-
-¡No, era un tipo raro, yo le colgué!-
-¿Quién es?-
-¡Papá es Gabo, Gabriel García Márquez.

Tiempo después, tuve la oportunidad de escucharlo de conocer su opinión y de recibir un consejo del escritor que quedará en el alma de quienes nos gusta soñar para evitar que nuestra vida se nos vaya en vano.  

miércoles, 12 de marzo de 2014

El propósito de este blog es atraer la vida que soñamos a través de la reflexión

El propósito de este blog es atraer la vida que soñamos a través de la reflexión. Creo que el objetivo de la existencia humana es ser feliz.  Este blog está dedicado a aquellos que les gusta atesorar riqueza, alcanzar honores y ser exitoso en lo profesional; así se sienten felices.  Si bien todo lo anterior forma parte de una felicidad completa; lo más importante para mí es construirse interiormente y tener claro que la vida son los momentos que vivimos día a día.  La historia de nuestra vida la vamos tejiendo con nuestros actos. Existe un motivo para todo y no actuamos porque si, todo tiene una causa y un efecto. Por eso es importante pensar, analizar y luego si actuar. Somos seres racionales y deberíamos conducirnos como tal.  Aprender a dominar los impulsos y elaborar pensamientos adecuados que permitan dignificar y no degradar.  En lo posible propendo por la vida simple y por una convivencia armónica. Y como esto no es posible en un 100% hay que apartar a aquellas personas que no comparten nuestro proyecto de vida y dejarlas andar por otros caminos. El magnetismo positivo de mi blog es un antídoto poderoso contra el mal. Se conserva siempre con muy buena energía. Las personas infelices tienen miedo y a través del miedo ingresa el mal. Pero, ¿qué es el miedo? El miedo es obsesión, envidia, mentira y sobre todo egoísmo. La felicidad está dentro de nosotros mismos, no la encontramos en otros. La paz interior debemos protegerla y valorarla cada instante. Es fundamental saber quienes somos y para donde vamos. Disfruten mi blog de reflexión pero sobre todo observen, piensen y practiquen su propio desarrollo personal para que adquieran la técnica con la que podemos ser felices.