Disfrutar las
cosas sencillas y básicas de la vida.
Recordar que lo que en verdad importa no es sobresalir
para demostrar a los demás que eres capaz, sino más bien ser capaz de
sobresalir para ser un mejor ser humano.
No olvidarme
nunca que las personas son capaces de fingir
hasta los más nobles sentimientos.
Alimentar mi
pensamiento con una energía positiva, no hay como enfrentar el día a día con
una buena actitud.
Recordar que el
dinero y los lujos no determinan mi valor como ser humano.
Soñar, aterrizar
esos sueños y trabajar por ellos.
Tener en cuenta
que la A de amor es primero que la O de odio.
No ahogarme en
ansias de poder ni embadurnarme de vanidad para sucumbir en la oscuridad.
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