Las decisiones marcan un rumbo
en nuestras vidas y cumplirlas implica en momentos haber obrado
equivocadamente. A veces una decisión es el comienzo o el fin de algún proyecto
o circunstancia que puede llegar a
convertirse en pesadilla o ser algo mágico y determinante. De decisión
en decisión vamos construyendo la vida.
De acción en acción tejemos nuestra realidad y el entorno de nuestro mundo.
Cuando conocemos a alguien y decidimos relacionarnos estamos abriendo una
puerta hacia un mundo desconocido y muchas veces nos dejamos llevar por la
apariencia o por lo que creemos encontrar en ese alguien, que a veces se
convierte en la persona más importante de nuestras vidas. De la noche a la
mañana todo puede cambiar y si no hemos construido en nosotros mismos una
estructura consistente en donde atesoremos nuestras creencias, sueños y planes,
muy probablemente no podamos ser capaces de defender y hacer respetar nuestro
mundo interior y lo que somos por y para nosotros mismos. Tejer nuestra
realidad implica ser valientes y fuertes.
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