Quiero recordarles que la vida
es hoy. Todos hemos dicho alguna vez: Mañana le digo, después lo llamo, cuando
pueda le hago saber lo mucho que me importa y que le agradezco todo lo que ha
hecho por mí. Bien dice el refrán no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Una llamada a tiempo
o una visita sin motivo alguno; simplemente por la dicha de ver a ese ser
querido antes de que sea demasiado tarde, es un hecho que puede ser definitivo en
nuestras vidas. Esa última charla puede ser una despedida. Cuando nos
acostumbramos a postergar nuestras acciones y decisiones, muy probablemente también estamos
perdiendo una oportunidad única porque puede ser que mañana a veces nunca
llegue. ¿Ya te despediste de tus seres queridos?
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